De Realidades IX

"Te descubro,

Saboreando

En silencio

El silencio..."

Enfrentada a la imagen que el espejo
de mí refleja te imagino.
Y la imagen reflejada
imprime en mi hambre tu deseo,
ese deseo húmedo e inmenso
que poseo cuando te poseo,
cuando ambos para entonces
nos fundimos y sucumbimos
a ese nuestro fidedigno
compromiso de hacer de nosotros
dos un deseo único y conciso.




Ante el espejo humedecido
te imagino y tú me dices
tus palabras al oído,
y entonces siento que el juego
de querernos ya no es más un juego
sino un destino: caliente,
ansioso, sin entredichos.




Y me miro entonces
y entonces alzo la mano
hasta enfrentarla desnuda
contra mis labios temblorosos
y mi lengua repleta de saliva
la recorre, me recorre, te recorre
suavemente porque entre
tu sed y mi deseo no existen
ni tiempos ni distancias
sino sentencias.




Y la humedad pegajosa
con que cubro mi mano
es el símbolo de ti
cuando de ti no tengo
otra cosa que tu ausencia
y en tu ausencia
el deseo que te tengo.





Y desearía ofrecerte en este instante
el aroma que de mí se desprende
a hembra hambrienta de tu presencia.
Y ya mis manos me recorren
totalmente y totalmente
descubren en mi desnudez tu desnudez.




Y temblorosa, apestando
al deseo de que me atravieses
y surques mi hambruna
como solo tú sabes hacerlo,
entonces, de imprevisto,
justo en el centro del reflejo
que el reflejo del espejo
me concede, más allá,
apoyado sobre el umbral
de la puerta, sonriendo,
te descubro, saboreando
en silencio el silencio
con el cual te imploro a gritos
que hagas de mí tu hembra,
que hagas de ti mi reflejo,
que hagamos de nuestros
cuerpos un eterno único universo.







.....













© Lilith & Lilium